Momentos
Quizás yo sólo quiero estar estática, encontrar este lugar que tanto placer me produce y no moverme de acá…
Pero mientras más me empeño en quedarme estática, más se empeña la vida en eso de la movilidad, que, sospecho, no es lo mismo que movilización.
Entonces, regresión podría decirse, vuelvo a encontrarme sola, en un oscuro rincón, salvajemente fuera de mi racionalidad, temblando, tiritando, rompiendo lo que encuentro a mi paso y escapando de la locura que, sórdida y tranquila me acecha desde el otro rincón del cuarto. Sórdida, mezquina, ni siquiera me deja entrar en ella, se alimenta del goce de verme luchar por ella.
El temblor continúa y yo ya siento que no quepo en mi cuerpo, llorar no me alcanza, gritar tampoco, escribir tampoco, pues estas palabras son pequeños retazos que se encuentras muy lejos de reflejar (refelejarme).
Quizás, no soy para estar acá.
Quizás solo puedo acurrucarme y mirarla con miedo, mientras ella me acecha...